miércoles, 7 de marzo de 2012

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La sociedad cambia, la Academia, no

Por: EL PAÍS | 07 de marzo de 2012

Por Mercedes Bengoechea*

Para un elemental entendimiento, la lingüista Mercedes Bengoechea, lleva toda la razón. La Academia, con el sr. Del Bosque eructando está en el Medioevo. Pero a fuer de un elemental discurso revindicativo de la posición del género femenino, liberador del yugo ancestral machista, del género masculino, no se olvida, que en gramática, había tres géneros gramaticales, el masculino, el femenino y el neutro. Palabro este último que no se percibe en el reportaje.

Y se decía en la escuela de gramática elemental que el género neutro gramatical era el que no admitía género, ni era masculino ni femenino en la gramática. Como ejemplo a recordar, no incurso entonces aún en la actual diatriba, se había de escrbir que “lo bueno, si breve, dos veces bueno” si se quería expresar con arreglo, coordinación, y agrupación , de lo que se quiere decir, con ese sintagma oracional.

Bueno era neutro y más bueno aún si, en su neutralidad originaria, era breve, corto, reducido,escueto,sin mezcla alguna de masculinidad ni de femeneidad gramatical, puesto que si empleábamos el genéro gramatical fenemino para decir “lo bueno si breve dos veces bueno” tendríamos que feminizar el sintagma escribiendo “la buena, si breve dos veces buena” y masculinizando el sintagma habría que escribir “el bueno si breve dos veces el bueno”, que así expresado, al profe de gramática se le retorcía el mustacho y hacía que se escribiera en la pizarra mil veces que estabamos en “una clase de gramática, fonética y literatura, no en una clase de filosofía, ni de política ni de ciencias naturales” Hasta el punto – decía – retorciendose el bigote, que cuando llegáramos, si llegábamos a estudiar filología, la alemana por ejemplo, que conocía, también íbamos a encontrar el genero neutro junto con el gramatical femenino y masculino, a veces, contrario al nuestro.

Y terminaba la conjetura, con el ejemplo de la luna y el sol, que en Alemania se escribe y se habla como “el luna” y “la sol” (Der Mond und die Sonne) sin que por ello estén discutiendo del género de la luna y del sol, ni de “Das Gute, wenn kurze,ist doppelt so gut”, “lo bueno si breve, dos veces bueno