jueves, 25 de febrero de 2010

JUBILACIONES Y SUS TEJEMANEJES

Si se piensa aumentar la edad de la jubilación será porque se pone en tela de juicio la suficiencia del sistema de pensiones, es decir, que se piensa cerrar el grifo de jubilados, para que la caja congele el gasto y , ya se sabe, si se saca de la caja menos dinero que el previsto, la caja engorda. Lo malo de la cuestión es que tarde o temprano ese sistema de congelar el gasto (porque no van a venir a cobrar aquellos cuya espera prevista al cobro no se va a producir) no es definitivo, por ser cíclico, porque indudablemente si el engorde de la caja depende exclusivamente del cierre del grifo, como al final habrá que abrirlo (porque no vamos a poner la muerte como edad de jubilación), se volverá a plantear la cuestión y se volvera a poner en tela de juicio la edad.
Así que reducida a ese punto concretísimo de caja el problema habrá que tratarlo con técnica de cerrajero, sin especulación ni ingenierías economicistas. Y esa técnica de cerrajero consiste en que si hay dos en la caja pero hay que pagar tres, la caja no se abre para pagar, se abre solo para meter, hasta que llegue a tres para volverla a abrir. Los que esperando cobrar no cobran, no pierden su crédito con la caja, sino solamente el uso del efectivo en un tiempo previsto. La cuestión por tanto no es de crédito, no es de que no va ver cotizantes, ingresos, sino de los tiempos de recuperación del efectivo. Es el nudo gordiano, que queda todavía sin alejandros que lo corten. Separar crédito y efectivo esa es la cuestión; porque las ingenierias economicistas, las recensiones, las debacles financieras son eso, pérdida de efectivo-crédito-efectivo. El crédito se tenía porque se decía que se tenía efectivo y como el efectivo se evapora, ya por robo, hurto o simplemente por devaluación especulativa, el crédito se cayó por los suelos sin valor alguno.
Aquel que pueda, que rompa ese nudo gordiano......pues a mi me falta la espada.

jueves, 18 de febrero de 2010

UN POCO DE RESPETO PAUL KRUGMAN

Paul Krugman dice en EL PAIS.COM 16/02/10, que Europa adoptó una moneda única sin estar preparada porque “la verdadera historia que está detrás del eurocaos no se basa en el despilfarro de los políticos, sino en la arrogancia de las élites; concretamente, las élites políticas que instaron a Europa a adoptar una moneda única mucho antes de que el continente estuviera preparado para un experimento de este tipo”
No es tanto la falta de disciplina fiscal dice, (las deudas eran bajas en el 2007 con España en el 47% del PIB) sino la inflación en la Florida de Europa, por el auge de la inversión inmobiliaria financiada con dinero extranjero principalmente de Alemania, que por otro lado, mantenía su inflación en el 10% del PIB, frente al 35% de España entre los años 2000 y 2008. (. Sus deudas eran bajas: un 43% del PIB en 2007, en comparación con el 66% de Alemania).
A la luz de este nobelísimo análisis se deduce que Europa es como la hidra de siete cabezas que se devora a si misma, puesto que una de ellas, Alemania, se ha cebado tanto con otra, España, a la que engordó previamente con dinero que ahora no puede recuperar.(?) (Se ha oído que la favorable disposición de Alemania respecto al rescate de Grecia dentro de la eurozona se debe al volumen inversor alemán en ese país)
Se perfila por tanto la idea de que la zona euro sigue como si la moneda única no fuese más que una moneda de referencia, y por lo tanto abierta a evaluaciones diferentes de cada tenedor usuario.
Porque moneda de referencia es desde luego decir que la inflación es el 10% en Alemania frente al 35% en España respecto del PIB, ya que estamos midiendo dos valores diferentes con una misma moneda, que será por tanto más que moneda única, tan solo moneda de referencia.
En el camino de esta consideración se puede ya entrever que no fue tanto “la arrogancia de las élites; concretamente, las élites políticas que instaron a Europa a adoptar una moneda única mucho antes de que el continente estuviera preparado para un experimento de este tipo” porque en honor a esa supuesta arrogancia, habría que resaltar que no era ni mucho menos temeraria, de aceptar su teoría económica de no estar preparada para la unión monetaria, sino que precisamente la unión monetaria es la que disolvería esa necesidad de preparación, eliminando la referencia a las monedas entre si, obstáculo para una transacción fluida en el entorno de mercado.

La arrogancia de las élites tuvieron que hacer una evaluación última de referencia a la nueva moneda común, el euro, para establecer desde ese momento histórico una moneda única y no una moneda de referencia de los PIB de cada uno de los integrantes.
El problema ahora, como el de la oposición al establecimiento de la moneda al comienzo de la unión monetaria, es, de etiología especulativa del mercado de divisas que antes tenía en Europa un mosaico de inversión y ahora quiere seguir manteniéndolo como se está evidenciando en los casos de Grecia, España y Portugal. Y lo peor del problema es que ante dicha especulación los de la moneda única no respondan con un respaldo común por causa de su débil adhesión y fuerte reserva al sistema de moneda única.
No se admite sin más, que para tener una moneda ´´única haya que tener un PIB determinado, pues sería tanto como establecer que la moneda es la que establece el valor de el PIB y no el PIB el que se traduce en valor de moneda. Es el meollo de la cuestión.
No es lo mismo gastar más que lo que se ingresa, que gastar sin tener ingreso alguno. Si existe el ingreso, la especulación va unida a obtener el mejor rédito para de esa forma disponer de más posibilidad de gasto y a su vez de ingreso.
Recortar el ingreso por tanto, imponer el criterio monetario sobre el PIB, para que éste sea una simple especulación de moneda, es, para el que sufre la carestía, cerrarle el ingreso, es ahogarle en el gasto que determina su propio PIB.

Solo el necio, se dice, confunde valor y precio. Esta máxima, a resulta de estas consideraciones deviene la ucronía de que solo el precio es el que determina el valor, con lo que si el precio es un resultado de una convención, el valor se esfuma y de ahí a que la vida no vale nada, no hay ningún trecho.
La moneda única, como el dólar, es el medio de pago, transacción que tiene un mercado. Si se quiere pagar con dólares en un mercado de euros, es lógico que se establezca un cambio, que viene a decir que un kilo de harina se transfiere por referencia al euro y al dólar. Pero lo que se está imponiendo en el mercado es la desconfianza en la moneda de referencia de forma que toda la ingeniería económica se centra en buscar no el punto de referencia de la transacción sino la deflación de la moneda.
Cierto que sin dinero no puede haber inversión pero el aserto contrario, que sin inversión no hay dinero, es como decirle a una gallina, inversión, que no ponga huevos, dinero.