miércoles, 19 de noviembre de 2008

EL JUEZ GARZON SE INHIBE

El Auto del juez Garzón porque el que se inhibe a favor de loa jusrisdicción territorial se ha tildado de desistimiento, protagonismo, derrota, añagaza procesal para salvar el pellejo. La prensa lo pone a parir y las radios tertulianas también. Solo se alcanza una cierta adhesión al Auto con Manuel Rivas en la cadena SER y el "Punto pero no final" del editorial de EL PAIS.


Que no hay desistimiento en la inhibición es tan claro como que la ley lo prohibe, (el juez tiene que actuar) y por eso cualquier asunto llegado a sus manos o ha de resolverlo o reconducirlo a otra jurisdicción por declinatoria y/o inhibitoria. Para el sentir que se oye de que Garzón ha desistido por no verse incurso en una interdicción de la Audiencia, sería cierto, si el proceso no tuviera esas salidas procesales, pero existiendo como existen, el sentir expuesto, no pasa de ser una conjetura. Así que la añagaza procesal no lo es tal, sino legítima y obligada (la inhibición) por el derecho público. Quizás si de añagaza se pudiera hablar, el hecho de que la remisión de los autos sean enviados a jurisdicción inferior, abre la posibilidad de que vuelvan en recurso a su manos, como titual de la Audiencia, pero solo en ese aspecto.

Pero de lo que si puede ufanar Garzón, no es de la publicidad sobrevenida con el caso, sino del perfecto argumentario por el que desliza todos sus postulados. Desde la inefectividad de la ley de amnistía, hasta el recuerdo a la Administración (no de motu propio) deducido de la jurisprudencia y la doctrina sobre el crimen de lesa humanidad.

Las víctimas no deben sentirse abandonadas por Garzón, que no las ha abandonado, sino en todo caso reonfortadas con su aliento en el ejercicio de su jurisdicción, porque como ha dicho, (quizás lo único no jurídico de su auto) el proceso de reivindicación es imparable.sic.

No hay comentarios: